sábado, 19 de junio de 2010

Batacazo mundial

BATACAZO MUNDIAL

Que no cunda el pánico. Ha sido un duro golpe, sí, pero las ilusiones siguen intactas. El Mundial no ha acabado, ni mucho menos. Se complica el cruce de octavos, ya que aunque ganamos los dos partido de la fase de grupos podemos ser segundos. Incluso ganando uno y empatando otro podría no valernos. La ansiedad será el obstáculo más peligroso para La Roja a partir de ahora. Toca salir a ganar, sin excusas.



Hoy no se salió así. Quizá por el cartel de favorito, quizá por el ambiente de optimismo y algo de prepotencia, quizá por el exceso de confianza, pero fuera lo que fuere, España perdió un partido que debería haber ganado. Suiza no es rival. No debió serlo.



España sacó a su once de gala, a excepción de Torres, que salió más adelante. Impensable empatar, imposible perder. Batacazo. España se estrelló con la defensa Suiza, que, metida en su área, cortaba el último pase español. España, por momentos, encerraba a Suiza, pero ni por esas. Y si no era la defensa suiza, era el palo el encargado de blocar un potente chut de Xabi Alonso, la ocasión más clara del partido, en el minuto 70.



Mucho antes, en la primera mitad, el monólogo español era claro. Suiza jugaba a la defensiva. Funcionó. La última conexión entre Xavi y Villa no fue posible. España además no mandaba balones a las bandas, para probar algún uno contra uno.



El empate a cero seguía en el luminoso y España notaba el ansia del gol cada vez con mayor intensidad. Si España logra meter el difícil primer gol, los partidos serán mucho más fáciles. Si no-como hoy- se puede llegar a la debacle.



En el 24 España tuvo su primera gran ocasión en las botas del mejor español hoy, Piqué. El azulgrana, tras recortar a Grichting, estrelló el esférico en el portero suizo. Una lástima.



A partir de la ocasión de Piqué, Suiza se dedicó a jugar bastante sucio, sobre todo ante la figura del tocado Iniesta. El de Fuentealbilla se retiró en la segunda parte con un fuerte golpe. Malas noticias, por si había pocas.



La primera parte concluyó con la ilusión de que la segunda traiga los goles y la victoria. La trajo, pero para Suiza. Y con un gol-en el 52- de churro auténtico: Derdiyok se coló en el área y su disparo lo rechazó la salida de Casillas, el balón rebotó en el propio Derdiyok, para golpear a Piqué y llegar a los pies de Fernandes, que lo introdujo en la red. Un golpe de suerte. Lo que le falto a España.



Del Bosque despertó y realizó dos cambios: Navas por Silva y Torres por Busquets. De este último cambio no se notó casi en nada y del primero un poco más, pero escasamente. Hoy a La Roja no la salía nada. Mal día.



España luchaba contra Suiza, el marcador, el tiempo, las vuvuzelas y la propia España. Demasiado. Los minutos transcurrían y las ocasiones rojas también, pero sin el éxito del gol: Villa por partida doble, Torres, Iniesta y la ya mencionada de Alonso.



Suiza nos dio otro susto en el 75, tras una gran jugada de Derdiyok, el mejor de ellos, que acabó en el poste.



En los últimos diez minutos, Suiza controló los envites de España, más con corazón que cabeza. Pero ante la pasividad de los delanteros españoles había poco que hacer.



Terminó el partido. Batacazo claro y golpe de atención. Golpe para Villa, que estuvo lento y demasiado creído. Golpe para Busquets, que no supo entender su rol en el partido. Golpe literal para Iniesta, que lo intentó todo. Golpe general para España, país y equipo. Toca recuperarse y pensar que si había que perder algún partido, era este. Puede venir muy mal esta derrota, o muy bien, para bajar del cielo a muchos. Que aún no hemos llegado. Llegaremos.

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