viernes, 2 de julio de 2010

Paraguay tiembla

España ya está en cuartos de final del Mundial de Sudáfrica.


Hoy tenía un partido a vida o muerte, un partido donde se lo jugaba todo...y España mejoró. Durante muchos momentos recordó a la España de la Eurocopa. Recuperó el juego del toque, la asociación completa de jugadores, el dinamismo, la velocidad, a Xavi, a Iniesta... .

Demasiado para Portugal, que se encerró atras y esperó alguna carrera de Cristiano Ronaldo, impotente ante la defensa roja.

Sabíamos más el peligro que tenía Portugal con el que tiene España. Por eso sorprendió ver un comienzo de La Roja tan bueno. Los primeros veinte minutos, España deleitó.

Dos tiros de Villa y Torres en los primeros cinco minutos daban alas a los nuestros y avisaban a los vecinos de que España iba a tener el balón y el control del choque.

Así fue. España tenía el esférico y Portugal solo contrarestaba con faltas envenenadas de Cristiano. El jugadore del Madrid se resumío a eso y a alguna que otra carrera. Mal partido, contagiado con el resto de su selección.

Solo en los últimos cinco minutos de la primera parte España perdió el balón, consiguiendo con eso el dominio de Portugal. El descanso se pedía a gritos desde el banquillo español, y sentó de cine.

Aunque el cine vino después. Porque los primeros 15 minutos del segundo tiempo fue el tráiler. Las imprecisiones de ambos conjuntos eran escasas. Portugal y España se turnaban con la pelota. Nadie quería cometer un error. Las defensas sabían la calidad de los delanteros rivales. El tiempo transcurría... .

Hasta que a Del Bosque se le ocurrió sacar a Fernando Llorente. Lo sustituyó por Torres- de más a menor, puede dar mucho más- en el minuto 60. Quedaba media hora. Fue media hora de festín.

La fiesta comenzó con un cabezazo a bocajarro de Llorente que se quitó de en medio Eduardo. Un minuto después, Villa dispara rozando el palo. La entrada de Llorente había sentado de perlas. De maravilla.

Porque llegó el ansiado gol. Lo marcó-quién sino- David Villa, uno de los Pichichis del Mundial. Un gol marca de la casa española. Intervinieron los tres jugadores más importantes de la selección: Iniesta se la pone al hueco a Xavi, que alarga de tacón-fantástico- a Villa, que chuta, para Eduardo, y a la segunda el Guaje consigue marcar su cuarto gol en el Mundial.

A partir de ahí, España durmió el partido y no perdió la bola. Jugó con Portugal.

Y cuando la cosa se complicaba, balón largo a Llorente, que aguantaba todo. Partidazo con mayúsculas para el delantero del Athletic.

Portugal se veía impotente ante la pasividad y el toque de los españoles.

Del Bosque, listo, aprovecho los últimos minutos para hacer dos cambios, Pedro por Villa y Marchena por Alonso. Para perder tiempo más que nada.

Aunque fue la propia Portugal la que perdió el tiempo, o más bien Ricardo Costa, que soltó un manotazo a Capdevila.

Portugal tuvo tiempo de dos "ocasiones" más. Ambas despejadas por un gran Capdevila, sobretodo una de ellas, donde el del Villareal se tiró con todo a tapar una volea bien dirigida de Simao. Por poco. Final, ante todo.

Un final de un partido que provoca la renovación de mucha parte de la ilusión perdida o confusa. Una ilusión necesaria para llegar muy lejos. España vuelve a colocarse ese cartel de favorita por méritos propios. Esperemos que no nos lo quitemos jamás. Ahora llega la barrera de cuartos y Del Bosque ha dicho:"Queremos hacer historia". Él es muy cabezón y lo que quiere lo suele conseguir. Asique, visto lo visto, Paraguay ya tiembla.

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